Carta a Luisana en su tercer año

Sí, tres años.


Ya son tres años desde que llegaste para llenarme el alma.


Parece que fue ayer que te tuve en mis brazos por primera vez, los primeros quince días sin dormir, tu primera risotada, la primera vez que me llamaste papá, que caminaste, que corriste a mis brazos, la primera vez que picoteamos.


Hoy eres una niña feliz, llena de preguntas, de ocurrencias, de sonrisas… también de carácter (como cuando me niegas un beso), pero sobre todo llena de luz.


Y eso es todo lo que le pido a Dios, que tu luz brille eternamente, que seas feliz por sobre todas las cosas que traiga la vida, que descubras tu camino y llegues a tu destino.


Que seas lo que quieras ser, y ahí, estando o no, siempre estaré, pues por tus ojos siempre veré.


Te amo muñeca, me llenas el alma, princesa de mi vida.


En el nombre de Dios, te bendigo eternamente.


¡Feliz cumpleaños, Luisana!

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